La antigua casa correccional femenina, sitio de represión y crueldad, donde se encarceló a opositoras y a sus hijos, durante la dictadura había sido puesta a la venta para su demolición.
El Presidente de la Corporación La Serena 16 octubre, Martin Faunes, informó que el Consejo de Monumentos Nacionales por la totalidad de sus miembros decidió entregarle ese estatuto al inmueble.
“Lo de ayer es una alegría, pero es apenas el primer paso, de todo lo que tenemos por hacer más adelante, para transformarlo en un verdadero sitio memoria y muchas tareas, entre ellas que el 16 de octubre sea declarado en La Serena día de reflexión”, señaló Faunes.
El 16 de octubre de 1973 es el día en que la Caravana de las Muerte, dirigida por el general de Ejército, Sergio Arellano Stark, aterrizó en La Serena, dejando a su paso numerosas víctimas que fueron ejecutadas sumariamente.
Respecto al movimiento que permitió la declaración de monumento nacional, lo cual impide que se realicen transformaciones en su arquitectura o se demuela, Faunes indicó que a fines de mayo culminaron el proceso y lo presentaron al Consejo de Monumentos Nacionales, dependiente del Ministerio de Educación.
El Hogar del Buen Pastor de La Serena, era la antigua casa correccional femenina, donde sin mediar ninguna clase de juicios, se encarceló a mujeres junto a sus hijos, por oponerse a la dictadura.
Un numeroso grupo de organizaciones de derechos humanos iniciaron el año pasado una campaña para recuperar el sitio.
“Un lugar emblemático de la represión en la provincia de Coquimbo que hoy está a la venta para ser demolido y reemplazado por edificios que intentarán borrar el recuerdo de las crueldades que allí se cometieron”, expresaron en una declaración a la que sumó la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi.
En este lugar “la faceta pro dictadura de lo peor de la Iglesia Católica amparó y practicó la forma de tortura psicológica más brutal que se conoce como es el valerse de la vulnerabilidad madre-hijo/a, pueda conservarse como testimonio de lo que no deseamos que nunca más ocurra”, señalaron.
En la oportunidad, la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi señaló que el edificio debe ser resguardado “para que las futuras generaciones sepan el sufrimiento que vivieron allí mujeres luchadoras sociales”.
“Evitar que en el futuro se repita la historia que vivimos a partir del 11 de septiembre de 1973, implica conservar esos lugares para educar a nuestro país, especialmente a los niños y jóvenes”, precisó Villa Grimaldi.
Respecto a las tareas futuras Martin Faunes relató que las monjas a cargo del lugar habían comenzado a desmantelar el inmueble.
“Para demoler algo hay que tener un permiso municipal, en José Domingo Cañas donde participé en su recuperación, lograron demolerlo con la complicidad del alcalde de Ñuñoa”, expresó.
“Aquí, las monjas no pudieron conseguirlo, porque el alcalde de La Serena es un alcalde militante del Partido Radical y no les permitió la demolición”, precisó.
“Lo que hicieron fue comenzar a desmantelar. De hecho, sacaron del techo las tejas coloniales, la puerta de pino oregón de 200 años. O sea hicieron una especie de demolición, pero de desmantelamiento, todo eso va a tener que ser recuperado. Por suerte hay archivos históricos, todo eso vamos a tener que hacerlo con un esfuerzo enorme de nuestra parte y de muchas otras personas que nos van a ayudar, como las organizaciones de derechos humanos de La Serena, en eso creemos que vamos a ser exitosos”, concluyó.