Así se desprendió del encuentro que realizó la Comisión Lista de Sobrevivientes del ex centro de tortura y exterminio de la DINA. Se recordó la solidaridad, la resistencia en un clima de fraternal amistad y compañerismo.

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La Comisión Lista de Sobrevivientes de Villa Grimaldi realizó este sábado 3 de enero un emotivo encuentro, en el cual  se compartieron vivencias, historias, recuerdos de solidaridad y resistencia, y también se cantaron algunas canciones emblemáticas.

La instancia, uno de cuyos objetivos consiste en recopilar los nombres de quienes pasaron por el ex Cuartel Terranova, fue lanzada en marzo del 2013 para elaborar un listado de todas las personas que estuvieron prisioneras y sobrevivieron a su paso por el centro de tortura y exterminio.

A pesar del intenso calor estival, asistieron alrededor de 90 personas, ex prisioneros, sus familiares, amigos y miembros del directorio de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, encabezado por su Presidente Álvaro Ahumada, su Secretaria General, Teresa Izquierdo, Edgardo Rivera, Tesorero y el director Higinio Espergue.

En el encuentro se pudo comprobar que la historia de  Villa Grimaldi todavía no se termina de construir. El relato lo han ido elaborando todos y todas aquellas que estuvieron secuestradas/os en su interior. Ha permitido reconstruir no sólo la historia sino también lugares, después que la construcción original fuera demolida. Durante el recorrido y los testimonios que se dieron a conocer, se volvió a constatar que el proceso no ha terminado.

Poco antes de las 16 horas, Beatriz Miranda y Lucrecia Brito iniciaron la actividad señalando lo sanador que significa interactuar entre ex prisioneros y destacaron la asistencia  de algunos que nunca habían regresado a Villa Grimaldi. “Es importante porque los vamos a acompañar en lo que es su duelo también”, indicó Lucrecia antes de que el grupo  se trasladara a la maqueta que representa lo que fue Villa Grimaldi antes de su destrucción.

Los relatos

Allí algunos sobrevivientes explicaron a quienes los acompañaban, el sentido de la maqueta, la cual muestra la totalidad del recinto cuando funcionaba el Cuartel Terranova.

Luego el grupo se trasladó al portón de entrada de los prisioneros. Varios de ellos comentaron que “cuando llegaban las camionetas Chevrolet C10, lo primero que se sentía eran las cadenas y la aldaba. Se abría la puerta y pasaba la camioneta directo por donde hoy están los abedules y allí dejaban a los prisioneros recién llegados. Salían los agentes  y clasificaban a los nuevos detenidos, si iba incomunicado o directamente a la tortura”. El actual Patio de los Abedules del Parque por la Paz simboliza a los detenidos desaparecidos y ejecutados.

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El sobreviviente Jorge Weil explicó el símbolo del asiento y las baldosas originales que se conservan entre los abedules. “Aquí habían 10 celdas de madera de 2 metros diez de largo por un metro 10 de ancho, llamadas Casas Chile con un camarote. Este era el patio en que nos sacaban a comer y llegaba el guardia y abría un portón. Cuando sonaban las cadenas a deshora era preocupante. Significaba que venían a buscar a alguien para ser torturado y llamaban: 936, porque nadie debía saber quién era cada uno de nosotros, éramos un número. Aquí traían también a compañeros heridos, para amenazar, amedrentar y asustar a los otros. A algunos los dejaban morirse”.

Filomena Pardo dijo que estuvo sola en una de las pequeñas celdas llamadas Casas Corvi, en junio, julio de 1975. “No me torturaron físicamente, pero si sicológicamente. Sufrí  un simulacro de fusilamiento. Me tomaron fotos y huellas dactilares. Después nos volvieron a sacar y dejar libres. Lo pasé muy mal porque estuve muchas horas solitaria, escuchaba como torturaban a la gente. Escuchaba las cadenas y eso indicaba que entraba gente o la iban sacando. En una oportunidad después de llorar tanto me dormí y cuando desperté había una persona al lado mío y yo estaba tapada con diarios, siempre con los ojos vendados. Era una señora que recién había llegado”.

La última vez que vio a María Teresa Eltit y María Isabel Joui

Al respecto, Lucrecia Brito relató que “estábamos llenas de chinches, las mujeres y los hombres. Iba a venir la Cruz Roja  y los tipos comenzaron a fumigarnos. Allí nos sacaron a todos al patio. Estábamos expertas en mirar por debajo de la venda y así pudimos ver quienes estaban allí  ese día y los testimonios han sido claves en varias causas de Derechos Humanos”.

“Quiero saludar la solidaridad y la fortaleza de los compañeros y compañeras. A la flaca, la torturaron mucho. Llegó un día a la pieza con el cabello parado por la electricidad y nosotras quizás que cara le pusimos. Y la flaca dice: que les parece el peinadito que me hicieron. Ese era su humor. Siempre nos hacía reír”, agregó Lucrecia.

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Otra sobreviviente, María Alicia Salinas, recordó emocionada a María Teresa Eltit Contreras, 22 años y María Isabel Joui, 19 años, ambas detenidas desaparecidas. Marcelo Moren Brito las sacó y las colocó en una camioneta blanca de propiedad de Pesquera Arauco. “Esta tenía unos banquillos de tablas, relató. Podíamos sentarnos. Las tres creíamos que nos íbamos a libre plática. Subieron a otros detenidos que venían de La Torre. Estábamos todos sentados, acomodándonos cuando aparece Moren Brito y me hace bajar de la camioneta. Yo no quería bajar. María Teresa Eltit, me dice: no te vas a poner a llorar aquí, baja callada, que ya te tocará, nosotros le avisamos a tu mamá. Y entonces me bajé. Ninguno de ellosvolvió a aparecer. Eso me ha afectado para toda la vida”.

Zabrina Pérez contó que cuando la sacaron de  Villa Grimaldi “andaba con uniforme de colegiala. Me dicen que me van a dejar en libertad. A mitad de camino me bajan ahí donde está hoy el Estadio de Colo Colo. Había unos matorrales gigantes. Iban tres conmigo. Me bajaron y me llevaron a la mitad del matorral y me sacaron la venda. No sé qué pasó, uno se devolvió y vi como discutía con el que manejaba. Se devuelve, me toma, me sube nuevamente y me llevan a 4 Álamos. No sé si fue un momento clave para mí”.

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“En Cuatro Álamos -prosiguió Zabrina- pasó un grupo caminando y la última de la fila era María Alicia Salinas. Ella miró y siguió mirando, a pesar de las amenazas por hacerlo. Eso sirvió como testimonio posteriormente de que yo todavía estaba viva. Luego ello se difundió en radio Argel, gracias a que ella me vio y describió y le estoy muy agradecida”.

La importancia de incrementar el listado

Posteriormente el grupo se trasladó hasta el Muro de los nombres de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados en Villa Grimaldi. Allí Beatriz Miranda, miembro de la Comisión Lista de Sobrevivientes de Villa Grimaldi, expresó que “es lindo poder compartir quienes nos encontramos aquí”.

Explicó que “mes a mes nos van llegando nuevos nombres, dentro de los cuales hay  jóvenes que eran entonces niños y niñas, traídos como rehenes para presionar a sus padres”. También informó que llegan muchas fichas de familiares que han fallecido.

“Cada relato que nos llega -continuó- muchas veces contándonos historias íntimas de dolor es respondido en forma sensible y delicada por la Comisión para indagar información que a veces es difícil de obtener”.

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“Aún nos queda mucho por hacer y para eso, el mejoramiento de la difusión es fundamental para poder llegar a todos los rincones de Chile y el mundo”, puntualizó Beatriz.

“Nadie puede negar que somos parte de la historia de este lugar y de todos aquellos lugares donde estuvimos secuestrados y recluidos ilegalmente. Nadie puede negar que la memoria de estos sitios haya sido construida gracias a nuestros testimonios. Sin éstos; nuestros testimonios, no habría memoria, no habría historia”, agregó.

Explicó que cuando alguien contacta a la comisión “vamos re-armando el puzle que nos va mostrando los períodos más represivos y a quienes estaba dirigida la represión, vamos reconstruyendo la historia”.

Instó a que “se vayan uniendo más y más sobrevivientes y, quienes han tenido reservas, decidan participar”.

El encuentro finalizó con  Carlos Fonseca que cantó las canciones “La Memoria”,  “Sólo digo compañeros” y “Resistiré”. La actividad concluyó con un grito de recuerdo a los detenidos desaparecidos y ejecutados en el sitio memoria.

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 GALERÍA

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