Con música, testimonios de familiares y amigos, la instalación de una placa conmemorativa y una intervención audiovisual realizada en la Torre del Parque por la Paz Villa Grimaldi, se llevó a cabo un emotivo homenaje en memoria de Carmen Bueno y Jorge Müller al cumplirse 50 años de su detención y posterior desaparición.
La actividad fue organizada por la Asociación Chilena de Cinematografía y la Asociación de trabajadoras/es audiovisuales chilenas y contó con la presencia de familiares de Carmen y Jorge, amig@s y personas vinculadas al mundo audiovisual.
En nombre de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi se hicieron presentes Alejandro Núñez, presidente del directorio; la secretaria general Marcela Espinoza; el director Miguel Montecinos y la vicepresidenta Mariana Zegers, quien recordó que “un 29 de noviembre de 1974, en la esquina de Los Leones con Francisco de Bilbao –lugar donde fueron detenida la pareja se quedaron a vivir la luz y la sombra, tal como hace referencia el nombre de la película A la sombra del sol, de Silvio Caiozzi, en la que Carmen Bueno y Jorge Müller habían participado y asistido a su estreno la noche anterior a su secuestro”.
“Pero acá estamos nosotras y nosotros –agregó Mariana Zegers– que vemos la luz que nos dejaron. Nosotras y nosotros, que ponemos ese foco de luz sobre la oscuridad, denunciándola, haciéndola visible a la sociedad. Nosotras y nosotros, que no olvidamos a Carmen y a Jorge, ni tampoco los nombres de sus perpetradores; una larga lista de autores y cómplices de la DINA, encabezada por César Manríquez, Pedro Espinoza, Raúl Iturriaga y Miguel Krassnoff…casi 50 años tuvieron que pasar para obtener condenas en este caso”, recalcando que “la memoria estará mañana y siempre, porque habrá compañeras y compañeros que conocerán las sonrisas de Carmen y Jorge, los sueños de ambos y su amor. Un amor que ni las garras de la DINA pudieron ensombrecer. Un amor que está aquí conmemorando, recordando, volviendo a pasar por el corazón, las vidas de Carmen Bueno y Jorge Müller”.
A los presentes también se dirigió el cineasta Carlos Flores, quien, visiblemente emocionado, leyó un texto dirigido a la memoria de ambos y que escribió en la década de los 90. En el señala que “no debo dejarme traicionar por el recuerdo: Jorge fue víctima porque jamás habría sido verdugo; murió sin hablar una palabra y su silencio, que le costó la muerte, a otros le significó la vida. No pretendo transformar a Jorge en un héroe, pero quiero recordar que fue detenido, torturado y asesinado en momentos muy terribles y que nadie fue buscado por alguna información que él pudiera haber dado”
Carlos Flores agregó que “Jorge se quedó en Chile en momentos difíciles porque, como dije antes, era un hombre sensitivo y bueno … Por eso, recordarlo, recordándonos a nosotros mismos; recordando lo que fuimos o lo que creímos que fuimos y decirle a Jorge y a Carmen que sé que les estoy hablando a dos amigos y que, a pesar de todo, nosotros los de entonces seguimos siendo los mismos”.
Por su parte, la hermana de Jorge, Sonia Müller, señaló que para él “estudiar cine fue algo que marcó su vida de manera muy positiva; se le abrieron muchas puertas y su creatividad inigualable encontró un lugar de reconocimientos que persisten hasta el día de hoy”. Sin embargo –agregó “todo ello fue tristemente interrumpido en la época más oscura de nuestro país desde aquel 29 de noviembre, hace 50 años, en que comenzamos una larga lucha como familia y nunca dejamos de hacer todo lo posible primero para encontrarlo, exigiendo justicia, causa que se convirtió en nuestra, especialmente para mi mamá, Irma Silva”, puntualizando que “ella transformó su inmensa pena en una lucha social muy positiva a través del trabajo con jóvenes, en las poblaciones o con mujeres arpilleras de la Vicaría de la Solidaridad, mientras en paralelo sosteníamos la vida con el resto de la familia”.
En la música se hicieron presentes la cantautora Miloska, que interpretó la canción «Luz, cámara, acción», la que fue compuesta para el documental «29 de noviembre”, y Pedro Villagra, quien cantó “Ojos olvidados”, escrita por él en homenaje a la pareja.
Asimismo, se realizó un interesante mapping sonoro o intervención audiovisual sobre la superficie de la Torre, en donde se exhibieron variadas imágenes de Carmen y Jorge, acompañadas de audios de distintos momentos del gobierno de la Unidad Popular y del Golpe Civil-Militar.
Finalizando la actividad, en uno de los muros de nuestro Parque por la Paz se descubrió una placa conmemorativa en el que se reconoce a ambos su valiosa contribución al cine y a la cultura chilena y también a Villa Grimaldi “en su lucha por la justicia y la verdad”, culminando con la colocación de velas en el Muro de los Nombres.