La Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de Valparaíso, a través del Consejo Regional de las Culturas, entregó un reconocimiento a cinco personas en distintas categorías que hayan desarrollado una trayectoria importante y comprobable por su excelencia, creatividad y aporte trascendente a la cultura regional, siendo distinguido -en el área Memoria y DDHH- Rodrigo del Villar Cañas, del Sitio de Memoria Balneario Popular y Campo de Prisioneros Melinka-Puchuncaví.

En el evento, realizado en el Centro Cultural Carpa Azul Circo, ubicado en el Cerro Barón de Valparaíso, los galardonados recibieron una obra del reconocido grabador y artista visual francés Thierry Defert, conocido en Valparaíso, la región y el país como “Loro Coirón”.

Para Rodrigo del Villar, “este reconocimiento no es solo para mí, sino que es para largo por hacer… es la suma de muchos reconocimientos, de muchas peleas individuales, propias y colectivas y de una corporación con poca gente, muy entregada a la causa de la memoria y los derechos humanos, que se ha esforzado durante años –llevamos más de 10 años para levantar esta historia y rescatar lo ocurrido en el campo de concentración; en eso yo concentro lo que es este premio”. 

«Nuestro trabajo —agrega Rodrigo del Villar— nos ha permitido ganarnos un nombre en la Región de Valparaíso desde hace varios años y por eso es un honor para mí recibir un premio que le corresponde a nuestra corporación”.

Frente a la incertidumbre que los Sitios de Memoria deben enfrentar todos los años por el financiamiento de los mismos, Rodrigo del Villar señaló que “a mi juicio, en la utópica Ley de Sitios, que dado como está el ambiente político, es muy difícil que salga aprobada”. A su juicio, “existe un congreso en el cual hay un grupo gigante de gente de derecha que jamás va a dejar que una ley como esta se apruebe” y si llegara a ocurrir, puntualiza, “eso sería una gran alegría para todos los sitios, pero fundamentalmente para los que están en regiones, porque somos los que estamos más abandonados”. 

En ese aspecto, Rodrigo del Villar detalla que “los sitios que hoy están funcionando lo hacen por el esfuerzo de la gente que está metida en este tema; de lo contrario no habría nada y todo lo que se ha logrado es muy precario». Nosotros, hasta el día de hoy, hemos estado funcionando con los proyectos concursantes… Imagínate que hasta el día de hoy no tenemos agua potable o, en el tema eléctrico, fueron dos años y medio de peleas con el municipio para que nos permitieran acceder a la red que éste tenía dentro del campo; cuando tenemos visitas hay que comprar un bidón de agua para que tengan de beber o tenemos un estanque chiquitito de agua para la gente que va al baño químico para que se lave las manos. Esa es la precariedad en la que vivimos nosotros ahora y, si bien hemos tenido ya este último tiempo algún apoyo a la presidencia, no ha sido siempre”. 

Por ello, finaliza Rodrigo del Villar, “creo que la existencia de una Ley de Sitios es uno de los temas fundamentales que necesitan estos espacios; una ley que nos proteja y asegure el funcionamiento, porque además estamos a disposición de lo que el alcalde de turno decida, que es lo que lamentablemente nos pasa a nosotros, que tenemos miles de problemas con el municipio y particularmente con el alcalde recién reelecto». «Con una ley, nos evitaríamos todos esos percances y es lo que todos los sitios anhelamos para poder seguir trabajando tranquilos».