En una ceremonia cargada de simbolismo y reivindicación política, el Parque por la Paz Villa Grimaldi develó finalmente la placa que lo identifica oficialmente como Monumento Nacional en categoría de Histórico. Si bien la declaratoria oficial data del año 2004, la materialización de este reconocimiento en el espacio público llega en un momento clave, descrito por los asistentes como un tiempo de «disputas de memoria» y avance de discursos negacionistas.
El acto contó con la presencia de Alejandro Núñez, presidente de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi; Antonia Orellana Guarello, Ministra de la Mujer y la Equidad de Género; Graciela López Sheers, Subsecretaría Subrogante del Patrimonio Cultural; Esteban Miranda Bravo, asesor de la Subsecretaria de Derechos Humanos; Jorge Placencia Jiménez, Secretario Técnico Subrogante del Consejo de Monumentos Nacionales; Xaviera Salgado Ferrufino, Coordinadora de la Unidad de Memoria y DD.HH. del Consejo de Monumentos Nacionales; Daniela Zubicueta Luco, profesional de la Unidad de Memoria y DD.HH. del Consejo de Monumentos Nacionales; Camila Rojas Huanel, supervisora de proyectos del Programa de Sitios de Memoria, Servicio Nacional del Patrimonio Cultural; del alcalde de Peñalolén, Miguel Concha y de la concejala de ese municipio, Daniela López. También estuvieron presentes los miembros del directorio de Villa Grimaldi, su secretaria general Marcela Espinoza, y el director Ignacio Puelma.

Alejandro Núñez, presidente de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi señaló que “hoy, al descubrir esta placa —que es una declaratoria del año 2004 que recién hoy se materializa plenamente en el espacio público— reafirmamos el lugar que este sitio ocupa en la historia democrática del país, en un contexto sociopolítico marcado por disputas de memoria, discursos negacionistas y el avance de sectores que relativizan la violencia de Estado, Villa Grimaldi se levanta como un recordatorio necesario y ético”, destacando que “su existencia interpela a la sociedad sobre el pasado, pero también sobre el presente: sobre cómo entendemos la dignidad humana, cómo reaccionamos ante nuevas vulneraciones y cómo defendemos la democracia frente a los intentos de banalizar el horror”.

Por último, Alejandro Núñez conectó el horror del pasado con los desafíos del presente, advirtiendo “sobre la fragilidad de la democracia y amplió el concepto de Derechos Humanos a las luchas actuales: la violencia de género, la crisis climática, la dignidad de los pueblos originarios y la protección de los migrantes”.
Por su parte, la Ministra Antonia Orellana destacó el cambio de paradigma en la búsqueda de justicia. En su intervención, recalcó que “la persecución de la verdad no puede seguir siendo una carga exclusiva de los familiares de las víctimas, sino un deber ineludible del aparato estatal”, puntualizando que “la búsqueda de Justicia no sea un anhelo de los familiares, sino una tarea del Estado en la medida en que fue el propio Estado el que los hizo desaparecer».

Orellana valoró la reciente aprobación del presupuesto para el Plan Nacional de Búsqueda y el cierre de Punta Peuco como penal especial, hitos que buscan acabar con los privilegios en el cumplimiento de condenas por crímenes de lesa humanidad.
Desde la vereda de la cultura, la Subsecretaria (s) Graciela López Sheers subrayó la importancia de visibilizar estos espacios y que “Villa Grimaldi fue uno de los primeros sitios reconocidos como Monumento Nacional desde el año 2004; sin embargo, no contaba hasta ahora con una placa para identificarlo como tal, y con en este importante hito se busca -a partir con el trabajo que se ha generado con toda la comunidad, los familiares y todas las instituciones que son parte de este entramado- corregir esa omisión”.

La subsecretaria (s) explicó que la placa no es solo “un objeto metálico”, sino que es el reconocimiento a un importante trabajo que desarrolla Villa Grimaldi”, destacando que “bajo la actual administración se han declarado el 43% de los sitios y archivos de memoria actuales, asegurando que hoy todas las regiones del país cuentan con al menos un sitio protegido bajo la ley de monumentos”

Por su parte, el Alcalde de Peñalolén, Miguel Concha, reafirmó el compromiso financiero y político del municipio con el sitio de memoria, enfatizando que “la defensa de los Derechos Humanos requiere recursos constantes y no solo gestos anuales”. Para el alcalde Concha, “como municipio creemos que hay cosas que son intransables, como la defensa de los DDHH, por ello es que siempre estaremos apoyando como municipio, para que Villa Grimaldi siga haciendo una luz dentro de la defensa irrestricta de los derechos humanos”

Para finalizar la jornada, acompañado de los aplausos de los presentes se realizó el descubrimiento de la placa, con la sensación de que el futuro de los DD.HH. en Chile dependerá de la capacidad de actuar con valentía; de que el cansancio no erosione los principios, que el miedo no justifique atropellos, que el pragmatismo no sepulte la dignidad y que este día no sea solo una conmemoración, sino un compromiso.