El Defensor del Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, Tarek Wiliam Saab, realizó una visita guiada al Parque por la Paz y luego sostuvo una conversación con organizaciones de derechos humanos.
Texto: Carlos Antonio Vergara, fotografías, Luis Fernando Arellano
Tarek Wiliam Saab llegó acompañado este sábado de una comitiva encabezada por el Embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez para conocer el lugar y la historia del ex Cuartel Terranova de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
El recorrido le fue relatado por Karen Cea, encargada del Area de Educación, Extensión y Redes, el director de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi y sobreviviente Higinio Espergue, junto a Hugo Salinas, también ex prisionero del sitio memoria.
Cuando se visitó la diminuta celda llamada Casas Corvi, Espergue explicó que “en este lugar habían a veces cinco personas. Nos turnábamos para poder estirar los pies, para acomodarnos. Llegaban nuestros compañeros en mal estado producto de la tortura. Teníamos un pequeño agujero por donde mirábamos, tratábamos de ubicarnos, para los que podíamos sobrevivir, avisar a las familias lo que estaba pasando en este lugar”.
“Había mucha gente, estábamos amontados unos encima de otros, vendados, pero nos sacábamos la venda y nos identificábamos, sin que se dieran cuenta los guardias. Nos mirábamos, nos preguntábamos de dónde éramos. Estuve en las Casas Corvi 5 días”, puntualizó.
El horror del estacionamiento
Saab preguntó si acaso vio personas que desaparecieron o fueron ejecutadas. Espergue le manifestó que vio en “el lugar de los estacionamientos, a algunos compañeros como Dagoberto Cortés, a quien le pasaron un vehículo por las piernas como parte de la tortura, y hacían que uno viera eso, también cuando tiraban un cadáver con una frazada, como forma de amedrentar y mermar nuestra dignidad. Nosotros igual cantábamos, solidarizábamos y nos dábamos fuerza, o sea resistíamos y nos apoyábamos mutuamente”, expresó emocionado.
Explicó que después de Villa Grimaldi fue enviado a los campos de 3 y 4 Alamos y a Punchuncaví. “Allí, los que estuvimos aquí hicimos una huelga de hambre para denunciar el montaje comunicacional de 119 compañeros que la dictadura a través de la DINA pretendió hacer aparecer como muertos en el extranjero. “Nosotros dijimos que eso era una mentira porque nosotros estuvimos con ellos”.
La madre del detenido desaparecido Luis Guajardo Zamorano, Eliana Zamorano, indicó que su nuera fue detenida en diciembre de 1974 con 8 meses de embarazo. “Sufrí con la detención de mi nuera, yo esperaba a una nieta y fue traída aquí. La señora Angela Jeria que estuvo con ella, les dijo a los torturadores: llévenla porque se le paró la guata, parece que no hay vida. Fue así que la trasladaron a una maternidad donde nació mi nieta y luego la pasaron a 3 Alamos en libre plática”.
Cuando se visitó La Torre, lugar desde donde la mayor parte de los detenidos desapareció, Salinas contó que “a varios de los que estuvimos más tiempo en Villa Grimaldi nos tenían para salir a barrer a las 4 de la mañana las escaleras, hacer trabajos de jardinería o repartir muchas veces el almuerzo, pero cuando veníamos a La Torre dejábamos las raciones en los escalones y el guardia las subía”.
“Uno los podía ver -continuó- cuando los sacaban al baño, iban tomados del hombro uno detrás del otro porque estaban vendados”.
Posteriormente se realizó un conversatorio con representantes de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, del Colectivo de Familiares y Compañeros de los 119, artistas como Toño Cadima y Bandolero Durán y de la Coordinadora de ex Presos Políticos del MIR, quienes le expusieron los motivos de la huelga de hambre que duró más de 40 días y sus reivindicaciones.
Por su parte, Saab expuso la situación de violación de los derechos humanos entre los años 60 y 70 en Venezuela y el significado de la creación de la Defensoría del Pueblo, institución surgida luego del cambio de la Constitución Política en su país y que -explicó- es un quinto poder del Estado.
Al término de la visita señaló que fuera de Chile es muy conocido el Estadio Nacional, pero “este sitio que ahora es un parque que transmite naturaleza, que transmite vida, fuerza, uno siente todo lo que se va narrando como si estuviese pasando, los gritos de los torturados, la sangre derramada, el dolor, porque quienes nos han acompañado son víctimas, quienes nos han narrado los hechos son personas que vivieron esto, que estuvieron aquí”.
“Cuando lo escuchábamos de boca terceros parecía de ficción, pero obviamente son testimonios reales; que aquí hubiesen desaparecido y asesinado a más de 200 personas y que en tránsito hubieran estado privados de libertad más de 4 mil es un hecho dantesco”, agregó.
“Admiro la manera como se ha recuperado la memoria, cómo está gráficamente establecido lo que aquí pasó. Son las dos vertientes, los dos paisajes, el de la muerte, la tortura, la desaparición forzada, el crimen y al mismo tiempo los árboles, los pájaros, el verde, la naturaleza que refrenda la paz y el futuro y la ganas de seguir adelante, por lo tanto es un lugar de memoria muy especial, y mi reconocimiento a los que aquí han preservado cada uno de los detalles que nos han comentado, sigan adelante” concluyó.
