Manuel Hernández, miembro del Comité Central del Partido Comunista cuestionó «que hayan pasado tantos años y que no se cumplan incluso los tratados internacionales” y llamó a la unidad de las organizaciones de los ex prisioneros. Las declaraciones se efectuaron en un homenaje al detenido desaparecido de esa colectividad César Cerda Cuevas.
La Secretaria General de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, Teresa Izquierdo, a nombre del directorio de la entidad, instó a los partidos de izquierda de la Nueva Mayoría a hacer suyas las demandas de las organizaciones de derechos humanos, de los sitios de memoria y de los ex presos políticos e implementar una política integral de memoria y justicia.
Las declaraciones fueron hechas en un homenaje y colocación de una placa recordatoria al ex miembro del Comité Central del Partido Comunista Cesar Cerda Cuevas, detenido desaparecido desde el 19 de mayo de 1976, quien estuvo prisionero en el ex centro de tortura y exterminio de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), ubicado en la comuna de Peñalolén.
“Esperamos de los partidos de izquierda que pertenecen a la Nueva Mayoría hagan suya esta demanda, por una política integral de memoria y justicia. Lo esperamos con urgencia porque es inaceptable que un centenar de ex presos políticos lleven más de un mes en huelga de hambre porque el Estado no les reconoce derechos de reparación, que están establecidos en el Tratado Internacional de Prisión y Tortura”, señaló Izquierdo.
Al acto conmemorativo asistió Manuel Hernández, miembro del Comité Central del Partido Comunista, quien dijo que “cuando recordamos que hay una huelga de hambre para exigir derechos que todavía el Estado no ha cumplido con los presos políticos, no deja de ser indignante que hayan pasado tantos años y que no se cumplan incluso los tratados internacionales”.
El dirigente recordó que él sufrió 6 años de prisión política durante la dictadura.
Asimismo, llamó a la unidad a las organizaciones de ex prisioneros, pues “tenemos una dispersión que no nos ayuda justamente a darle más fuerza y vigorosidad a esta demanda legítima de justicia, de reparación (…). Espero que de verdad tengamos la capacidad de buscar ese entendimiento y unidad que se requiere y se demanda con mucha urgencia”, agregó.
También Hernández abogó por terminar con los enclaves dejados por la dictadura como la Constitución Política e instó a realizar una asamblea constituyente.
El legado de la solidaridad
Respecto a Cesar Cerda Cuevas, rememoró la trayectoria de quien fue dirigente de la Federación Campesina e Indígena “Ranquil”, de la Central Unica de Trabajadores (CUT) y el compromiso con “esa construcción hermosa que fue la Unidad Popular” encabezada por el Presidente Salvador Allende.
“Muchísimos combatientes, muchos héroes anónimos, muchos militantes de partidos de izquierda, de fuerzas progresistas y especialmente del Partido Comunista entregaron sus vidas”, expresó Hernández
Juana Cerda, hija de la víctima, indicó que su madre murió en 1996 buscando justicia, realizando huelgas de hambre, encadenamientos y emprendió diversas acciones legales en los momentos más terribles de la dictadura, sufriendo vejámenes y malos tratos.
Destacó de su padre la enseñanza de la solidaridad hacia los demás, “como militante siempre lo vi, lo digo con cariño, como un viejo comunista noble y entregado a su causa, y eso a nosotros nos honra, nos sentimos inmensamente orgullosas junto al resto de la familia, porque fue valiente, y en los momentos más difíciles entregó todo, la vida por sus ideales”, agregó.
Por su parte, Antonio Cáceres, yerno de Cesar Cerda, dijo que gracias a él entendió muchas cosas de la sociedad e ingresó a la política, haciéndose militante. Resaltó que Cerda era de origen campesino con una capacidad intelectual muy grande que le permitió viajar a muchos países representando a las organizaciones en las que participó y a su partido.
Mantener la memoria viva
Me explicó que “el fascismo es cosa seria, hay que prepararse, es el exterminio de la humanidad. Yo nunca me lo imaginé hasta que lo vivimos” (…) Fue tan leal, me dijo ‘cuando me agarren tienen que matarme, porque yo no voy a entregar a nadie’, era un hombre tan valiente”, aseguró Cáceres.
A la actividad asistió el Embajador de El Salvador Víctor Valle Monterrosa, quien manifestó que el homenaje “toca muy de cerca la historia de todos nuestros países, el drama de los desaparecidos, de los torturados, asesinados es una suerte de denominador común. El Salvador vivió una guerra civil de 12 años que se gestó en décadas de injusticia, de exclusión, de sobrexplotación de los trabajadores”.
En la oportunidad, el Presidente de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, Alvaro Ahumada entregó un ramo de flores a sus hijas Juana y Rosa Cerda.
La actividad artística estuvo a cargo del ballet de la Agrupación folclórica Raipillán de la comuna de San Joaquín, quien presentó bailes del norte de Chile. Participó también el grupo folclórico de la Corporación 3 y 4 Alamos.
La actividad culminó con la inauguración de una placa recordatoria a Cesar Cerda, ubicada en la Plaza de la Esperanza,hasta donde llegaron los asistentes quienes cantaron el Himno de la Internacional Comunista.
Allí, Rosa Merino, hermana del joven detenido desaparecido de 20 años Pedro Juan Merino Molina, recordó la lucha conjunta que efectuó con la familia de Cesar Cerda por encontrar a sus familiares y obtener justicia.
En tanto, el concejal de San Joaquín Gustavo Arias,agradeció la asistencia de los presentes, al directorio de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi y a sus trabajadores por mantener la memoria viva.
En la oportunidad, también se recordó el asesinato este jueves 14 en Valparaíso de los jóvenes Exequiel Borvarán y Diego Guzmán.
De izquierda a derecha, Alvaro Ahumada, Presidente de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, Teresa Izquierdo, Secretaria General y Manuel Hernández, miembro del Comité Central del Partido Comunista.
