Entre los diversos fenómenos sociales que se gestaron y desarrollaron durante el gobierno de la Unidad Popular, estuvieron los Cordones Industriales, organismos guiados por la lògica que para avanzar en las medidas propuestas Allende y su coalición, era necesario poner a las empresas bajo control obrero, asegurar la producción de bienes para abastecer a la población y  fortalecer la capacidad de movilización sindical para defender al gobierno.

Los Cordones eran coordinaciones territoriales entre trabajadores de una determinada zona o barrio industrial. Cada cordón estaba constituido por un grupo de empresas que coordinaban la lucha de obreras y obreros de una misma zona. Para septiembre de 1973 en Chile había  31 cordones, 8 de ellos ubicados en Santiago, siendo los principales el cordón Cerrillos-Maipú y el cordón Vicuña Mackenna.

Franck Gaudichaud es doctor en ciencias políticas y profesor de Historia de América Latina en la Universidad de Toulouse Jean Jaurès (Francia); se ha especializado en movimientos sociales y populares en Chile y América Latina y ha publicado, entre varios libros, Chile 1970-1973. Mil días que estremecieron al mundo (Sylone, 2017) y Poder Popular y Cordones industriales. Testimonios sobre la dinámica del movimiento popular urbano en Chile – 1970-1973 (LOM ediciones, 2004) en los que aborda el funcionamiento de los cordones industriales.

Cuando comenzó a indagar en el tema, constató que había poca información sistematizada al respecto. “El trabajo inicial fue un trabajo doctoral, de  historia que hice entre Francia y Chile; la idea era rescatar esa memoria que estaba un poco silenciada, de lo que se conoció como la  época del poder popular y, en particular, de los cordones industriales, que a mi juicio fue el elemento tal vez más y central y catalizador del Poder Popular”. 

Así, el investigador comenzó a recoger testimonios. “Entonces, el trabajo fue contactar a dirigentes sindicales, militantes y obreros de la época, primero, para salvar esta memoria; algunos de ellos están ya fallecidos hace años; al mismo tiempo, realicé un trabajo de archivos de prensa de los partidos políticos para explicar esta historia que, finalmente, es una paradoja: la Unidad Popular marca un momento histórico de grandes movilizaciones populares y obreras, pero había poco trabajo justamente sobre esas movilizaciones obreras y de trabajadores en los cordones…entonces, era como llenar también cierto vacío o una deuda con esa historia”.   

Franck Gaudichaud puntualiza que su trabajo de investigación comenzó hace más de 23 años, a principios del año 2000. “Era un tema muy poco trabajado -en comparación ahora que hay más elementos- pero no fue tan difícil porque existía mucha voluntad de quienes fueron testigos y partícipes de aquello; me dieron conseguí varios contactos y  todos querían testimoniar; muchos me decían ‘es la primera vez que me entrevistan…yo fuí dirigente de ésta o de tal fábrica y nunca me habían entrevistado’; entonces, la recepción fue bastante buena y eso me llevó con más entusiasmo a seguir con la investigación”.

Precisa el investigador que si bien los cordones industriales no son una creación chilena, en cada país en que se organizaron tuvieron sus propias particularidades. “Creo que los cordones industriales y el Poder Popular, en particular, tienen elementos similares que se puede detectar en todos los procesos revolucionarios desarrollados durante el siglo XX en América Latina: la auto-organización popular; la autogestión; el control obrero y la capacidad de creatividad desde abajo -lo que algunos llaman la revolución desde abajo- se puede apreciar, pero con características diferenciadas según los procesos”. 

Por ejemplo, agrega Gaudichaud, “en los cordones en Chile había actividad teatral, en las cuales se presentaban obras realizadas por los propios obreros y obreras;  se trabajaba en conjunto con la editorial Quimantú para acceder a libros de distinta índole y promover la lectura, así como también se organizaban lecturas públicas; incluso, dada la naturaleza textil de algunas fábricas, se realizaban desfiles de moda en los cordones. 

Se suma a ello -precisa el investigador- todo el tema de la organización del abastecimiento y su relación con las JAP (Juntas de Abastecimiento y Precios); por lo que “todo el trabajo iba mucho más allá del tema meramente productivo por lo que los cordones poco a poco se iban convirtiendo no solo en referentes de organización obrera de las zonas en donde se encontraban y para defender el proyecto  encabezado por el presidente Salvador Allende, sino que también estaba dando pie y concretaba el incipiente y embrionario proceso de la construcción de una nueva sociedad” finaliza Franck Gaudichaud.