Un sentido, masivo y emocionante homenaje en memoria de José Calderón Ovalle y a su viuda e hijas presentes en el acto, se realizó el pasado viernes 25 de abril en la Junta de Vecinos N° 18 de Lo Hermida, al cumplirse 50 años de su detención, secuestro y desaparición.

José Calderón Ovalle, ‘el viejo Enrique’ como se le conocía en la militancia, fue jardinero, dirigente social y escolta del presidente Salvador Allende. Como miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue secuestrado el 17 de febrero de 1975 en Estación Central. La esposa de José, Margarita Bernales Mondaca, reportó su desaparición y que fue visto por otros detenidos, incluida la periodista Gladys Díaz, sobreviviente del lugar, en el ex Cuartel Terranova que operaba la DINA y que hoy es el Parque por la Paz Villa Grimaldi. 

El 28 de febrero de 1975, un grupo de detenidos, incluyendo a José Calderón Ovalle, fue sacado de Villa Grimaldi en dirección a Osorno, acción que era una estrategia de eliminación utilizada por la DINA, que implicaba que la designación de lugares como «Puerto Montt» y «Moneda» indicaba el destino final de los detenidos. A pesar de los esfuerzos de su familia por ubicarle, el paradero de José nunca fue revelado.

El homenaje contó con la presencia de diversas organizaciones comunitarias de Peñalolén y, en particular, de Lo Hermida, ya que se le considera como una de las familias fundadoras de esa población que se caracterizaba por su incansable lucha por la justicia y la dignidad.

También se hizo presente la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, representada por su presidente Alejandro Núñez, su vicepresidenta Mariana Zegers y la administradora Carola Zuleta. Y fue Alejandro Núñez quien, a través de unas palabras preparadas para la ocasión, recordó que “fue en los años del gobierno popular que el rol del movimiento de pobladores adquiere un rol protagónico, siendo los campamentos de Lo Hermida los que están a la vanguardia de esta lucha”, puntualizando que “es aquí donde José Calderón se foguea como un líder natural de estas movilizaciones”. Alejandro Núñez agregó que “tras el 11 de septiembre de 1973, la decisión fue luchar contra el golpismo y luego resistir a la dictadura terrorista, por lo que José Calderón fue convocado por su organización a ser parte de tareas de alta responsabilidad y riesgo, las cuales no eludió». Y fue cumpliendo esa responsabilidad que el 17 de febrero de 1975 es detenido, secuestrado y hecho desaparecer por la DINA”. 

Finalmente, Alejandro Núñez resaltó que “aquí estamos recordando al ‘Viejo Enrique’ José Calderón, junto a su familia sobreviviente, junto a vecinos de Lo Hermida y junto a muchos jóvenes que continúan cultivando la memoria del vecino jardinero para que su historia y la de tantos y tantas se proyecte al futuro”.

Por su parte, Carmen Calderón, hija de José, se manifestó muy emocionada: “Pues siento que vuelvo a los orígenes; me siento como esa misma comunidad, con esa misma entrega y con ese mismo amor por la lucha, y me emociona y creo que las voy a procesar en silencio”.

Frente a lo masivo de la actividad y alta presencia de jóvenes, señaló que “lo que más me llama la atención del contexto político y económico que vivimos y en que estamos sumergidos en Chile, es que existe un tipo de juventud que está totalmente aparte de todo, lo que uno ve en la calle, pero que acá se nota cuando hay un gran trabajo de base, en la calle y en el territorio, y eso me alegra mucho”. 

“Y mi papá —señala Carmen— siempre es mi papá, o sea, yo lo veo como mi pilar, como la persona que me entregó amor, que me cuidó, que me crió, que me alimentó, que me dio la vida y cuando hablan sobre mi padre yo me sorprendo porque él era una persona muy sencilla, entonces cuando me hablan de él, de las cosas que hizo de cómo trabajó, de la entrega, yo puedo comprender que era mi héroe y está dentro de mí”, recalcando que “creo que tengo sus genes, su alegría, sus ganas de ayudar y la mirada que tiene y que hace frente a las dificultades que nos plantean como sociedad”.

La actividad fue acompañada con una presentación musical y también hicieron uso de la palabra vecinas y vecinos históricos del sector, como Luis Tureo y Toña Mariqueo, quienes relataron vivencias y recuerdos como pobladores de Lo Hermida, instancia en la que, además, se proyectó un breve documental en el que se hace una semblanza del trabajo y personalidad de José Calderón. 

Cabe destacar que durante el acto se le hizo entrega a la viuda de José Calderón, Margarita Bernales, de una hermosa arpillera conmemorativa realizada por vecinas de Lo Hermida, quienes vienen desarrollando este trabajo de manera ininterrumpida desde mediados de los años 70.