Durante el mes de junio se ha estado desarrollando el ciclo Teatro documental, memoria, pueblos originarios y derechos humanos organizado por la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi en conjunto con la compañía nacional Kimvn Teatro, que ha incluido un taller, una conferencia el jueves 20 de junio y la próxima presentación de la obra Ñuke. La directora de la compañía, Paula González Seguel, nos explicó la importancia de este ciclo, y su aporte a la construcción de redes de quienes “estamos por la defensa de la vida”.
En los últimos años, explica González, la violencia de Estado hacia las comunidades mapuche en el sur de Chile, se ha agudizado y legitimado a raíz de la ley antiterrorista aplicada injusta y desproporcionadamente a la comunidades mapuche en resistencia. En ese contexto, desde hace once años”venimos trabajando un teatro de investigación con Kimvn Teatro vinculados con la defensa de los derechos humanos del pueblo mapuche, pero también del pueblo chileno, y muchas de nuestras obras han estado cruzadas también por relatos de víctimas de la represión política, vivida en ese tiempo”, agrega.
Es así como Ñi pu tremen, la primera obra que dirige estaba estructurada a partir “del testimonio de una tía mía que vivió la represión en el sur a los siete años, contra su familia”. Luego Galvarino que “es la historia de un tío mío, mapuche, pero que también vivió el exilio, a propósito de la dictadura en Chile”.
Señala González que Ñuke, la obra que se presentará en nuestro sitio de memoria el 28 de junio, “instala la historia de violencia de una familia que está viviendo la represión hoy en las comunidades mapuches, porque lamentablemente la represión del Estado y por parte de fuerzas policiales es algo que está instalado en ciertos territorios en el sur de Chile”, pero que a la vez “también está cruzada por la historia de una de las actrices, una historia biográfica, de los cuatro días de tortura que vivió su padre en el Estadio Chile, actual Estadio Víctor Jara”.
Y la más actual Trewa, que explica “surge a partir de un proceso de investigación, y donde algunos de los materiales que formaron parte de la dramaturgia, lo revisamos acá en el Archivo Oral de Villa Grimaldi, y que contiene setenta testimonios que hay de gente mapuche que fueron torturadas en dictadura en la localidad Tirúa”. Por eso añade, “para mí es súper significativo, siento mucho cariño por este sitio de memoria, ya que creo son espacios muy importantes, y donde hay que darle cabida a las demandas que está viviendo hoy día el pueblo mapuche, donde se está viviendo la represión, la violencia, para ver cómo vamos tejiendo redes entre todos quienes estamos por la defensa de la vida”.
González expresa también su sorpresa por el interés que ha despertado hasta el momento el ciclo, sobretodo del taller que “en un principio iba a ser un taller más pequeño, para doce personas, y llegaron más de cien postulaciones”. “Me parece muy bueno, creo que de alguna manera estamos quizás vinculándonos con un trabajo que otros necesitan también, como mirarse, mirar sus historias, mirar su memoria familiar, mirar la memoria del país, y hacer algo con eso. Entonces creo que de alguna manera nuestro trabajo le está llegando a otras personas, y puede ser incluso un espejo para otros trabajos que pueden realizar otros artistas mapuches y no mapuches”, concluye Paula González.
Explica que uno de los objetivos de este ciclo es “que cada una de las personas que vengan se logren conectar con sus historias, y reflexionen de qué manera somos hoy día ciudadanos responsables de la historia y de la memoria de un país. Creo que en la medida en que también nos conectamos con nosotros, con nuestra historia, podemos mirar también la historia de nuestro contexto,y trabajar con eso”.
Señala por último qué le parece muy significativo que su trabajo se represente en Villa Grimaldi, por ejemplo Ñuke, que es “una obra muy contingente que se estrenó hace tres años, pero es una obra que se escribió hace cinco años, pero que todos los días toma más sentido, ya que hasta el día de hoy hay represión política, en Chile, en Latinoamérica, y creo que de alguna manera debemos luchar para que esto no siga sucediendo. En el mundo entero los poderes han avasallado con la vida humana, por intereses quizás económicos, o políticos, o religiosos. Creo que en ese sentido toma mucho sentido el trabajo que hace Villa Grimaldi, que hacen los sitios de memoria, y la contribución que estamos haciendo también como compañía de teatro”.
Paula González en Villa Grimaldi, brindando el Taller Teatro Documental, Memoria y Derechos Humanos