Sitios de memoria chilenos, representativos de diversas realidades, estilos y énfasis en el ámbito de la gestión, participaron del seminario «Sitios de Memoria: Experiencias y desafíos en la gestión del patrimonio de los derechos humanos en el Chile de la postdictadura» organizado por el Parque Cultural Ex Cárcel de Valparaíso. A la cita concurrieron espacios  como la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, la Casa Memoria José Domingo Cañas, la Corporación Memorial Paine, la Fundación por la Memoria de San Antonio (Rocas de Santo Domingo) la Corporación de Memoria y Cultura de Puchuncaví y los anfitriones.

Villa Grimaldi fue representada por su administradora, Carola Zuleta, quien dió cuenta de la historia del recinto y la forma de gestionarlo en la actualidad, con una misión que prioriza la gestión patrimonial, la utilización del espacio al servicio de la pedagogía de la memoria y la educación en derechos humanos, la gestión cultural y las buenas prácticas en la administración financiera y de recursos humanos. El sitio de memoria, el primero en su tipo en Chile y Latinoamérica tiene a su haber 21 años de labor y de acumulación de experiencia, especialmente en el campo educacional, lo que lo ha hecho merecedor del reconocimiento de entidades internacionales en el ámbito de la educación, como la Organización de Estados Iberoamericanos. 

El desarrollo de Villa Grimaldi es contrastado por la situación de un sitio de memoria como Rocas de Santo Domingo, centro de veraneo vecino al regimiento de Tejas Verdes, que fue ocupado por los militares y utilizado como centro de formación y entrenamiento  para torturadores de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA.  En 2014 el lugar fue declarado monumento histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales, logrando con esto detener la venta del terreno y la destrucción de los últimos vestigios que restan, sin embargo el lugar sigue siendo de propiedad del Ejército y es de difícil acceso. Ana Becerra, ex prisionera política de Rocas de Santo Domingo relató las dificultades que pone al desarrollo del sitio de memoria tanto la institución militar como el municipio a cargo de un alcalde de derecha. Ni siquiera han podido instalar una placa identificando el lugar como sitio de memoria, porque el municipio la retira rápidamente.

Las diferencias entre los sitios, también se relacionan con sus énfasis en cuanto a los objetivos que cada uno busca lograr. Mientras que unos, como el Memorial Paine desarrollan labores educativas y artísticas para niños, adolescentes e incluso adultos mayores, otros como la Casa de Memoria José Domingo Cañas realiza una importante labor en el campo de la prevención y la denuncia de violaciones actuales a los derechos humanos, a través de su equipo de Observadores de Derechos Humanos, que acompañan manifestaciones públicas, visitan cárceles y comisarías y han realizado misiones de observación en territorio mapuche. 

La idea de abordar desde un sitio de memoria problemáticas actuales de derechos humanos, es también el objetivo de la Corporación de Memoria y Cultura de Puchuncaví. El ex campo de concentración, está situado en una zona afectada gravemente por la contaminación generada por diversas industrias establecidas en la cercanías, lo que implica problemas de salud para sus habitantes cada vez más peligrosos. Frente a esto, el sitio de memoria no puede quedar indiferente y en el caso de Puchuncaví se plantea un estrecho trabajo con la comunidad, con el objeto de colaborar a su organización y empoderamiento para enfrentar y resolver los problemas. 

Unidos por una historia común, desatada el 11 de septiembre de 1973, los sitios colaboran entre si, se transmiten experiencias y apoyos diversos como ocurrió en este seminario, organizado por un centro cultural, como el Parque Cultural de Valparaíso, institución que busca poner en valor su historia como lugar de represión social y política.