Una interesante y profunda reflexión se generó entre las y los profesores asistentes al Taller “El Relato Testimonial en la Sala de Clases: ¿Cómo trabajar estas fuentes primarias con nuestrxs estudiantes?”, actividad que se llevó a cabo en la Velaria del Parque por la Paz Villa Grimaldi.

Este taller fue conducido por Alejandro Olivera, coordinador del área de Educación de nuestro sitio de memoria, y por Marcela Espinoza, magíster en Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Bordeaux III, Francia, quien además es la secretaria general de la Corporación Parque por la Paz. 

Durante la primera parte de la jornada, se compartieron reflexiones de Alejandro Olivera sobre la importancia de los relatos testimoniales en la transmisión de la memoria, tomando como herramientas prácticas el ejercicio cotidiano que desarrolla el área de educación en Villa Grimaldi.

Luego, a través de una dinámica diseñada por la profesora Marcela Espinoza, se trabajó en conjunto en torno a una propuesta didáctica para tratar el tema que convocó a los docentes que asistieron y cerrar de manera participativa el taller.

Respecto al desarrollo de la actividad, Marcela Espinoza detalló que “a la jornada asistieron profesores de filosofía y de lenguaje, pero la mayoría eran profesores de historia y, en general, todos muy jóvenes”. Y lo interesante –agregó-– “es que algunos vinieron de lejos, a Villa Grimaldi, a reflexionar sobre el trabajo de los relatos testimoniales y ese era nuestro objetivo: que los profesores le diéramos el lugar que corresponde a estas fuentes que son primarias y que, en general, no se utilizan mucho en la sala de clases”. 

Por ello, agregó Marcela Espinoza, “la invitación fue a reflexionar, a comprender el aporte que nos dan estas fuentes para motivarles a que las lleven al aula, de manera que las y los alumnos las puedan incorporar, puntualizando que “esto no quiere decir que solo lo encontramos allí, pero principalmente, encontramos en esa fuente la emocionalidad de cómo se vive un momento histórico, en donde hay testimonio que contiene esperanza, contiene dolor y contiene sentimiento y eso es lo que queríamos rescatar hoy día, puntualizando que “el trabajo fue muy positivo, reflexionamos bastante, surgiendo propuestas como la creación de clases y cursos que aborden la problemática y complejidades de eventos históricos que hemos vivido en el pasado reciente”.

Al término del encuentro, a cada participante se le entregó un certificado de participación del taller y el libro/objeto: “11 de septiembre de 1973, Un manantial de testimonios”.