La Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi agradece las numerosas adhesiones tanto de organizaciones como de personas, al comunicado redactado en conjunto con otros sitios de conciencia y organismos de derechos humanos, donde demandamos la renuncia del general Guillermo Castro, ex integrante de la CNI.
La exigencia de retirar de las filas del Ejército de Chile a este oficial no es una “cacería de brujas” como señaló un comentarista del diario La Tercera, el pasado 6 de febrero, sino una acción de promoción de justicia y de sanidad democrática. Su paso por la CNI no es un asunto trivial, pues al margen de ser creado “por ley”, el organismo fue una asociación ilícita responsable de innumerables delitos. Desde robos hasta crímenes de lesa humanidad.
Resulta lamentable que entre personeros vinculados al actual gobierno, todavía persista una visión de la historia donde las víctimas se convierten en culpables de las brutalidades a que fueron sometidas y sus victimarios en oficiales que solo obedecían órdenes. O, como en el caso del general Castro, sólo desarrollaban tareas de análisis alejadas de la comisión de fechorias, en una suerte de CNI “buena”, distinta y separada de la “mala”.
Opiniones como la referida hace más necesaria la acción de las organizaciones y personas preocupadas por los derechos humanos, pues la lucha por su pleno respeto está lejos de haber culminado. No solo por el caso del general Castro, sino también por otros hechos brutales que delatan el déficit en nuestra sociedad en materia de verdad, de justicia, de democracia y de educación y conciencia sobre los derechos que nos son inherentes.