Con un acto político-cultural realizado en la plaza Rosita Riveros, en Lo Hermida, se recordó a Pedro Mariqueo Martínez, de 16 años de edad, estudiante de enseñanza media y militante de la Izquierda Cristiana, quien un día primero de mayo de l984 se encontraba participando en una barricada-fogata en Américo Vespucio frente al pasaje Venezuela cuando llegó un furgón de Carabineros, desde el cual se realizaron disparos con armas de fuego las que impactaron en el pulmón del joven, causándole la muerte en el lugar. 

A 40 años de su asesinato, el pasado sábado 11 de mayo la familia Mariqueo Martínez, diversas organizaciones sociales y políticas, concejales de Peñalolén y amigos y amigas de “Peyuco” -como se le conocía a Pedro – participaron de una emotiva actividad de homenaje y memoria en las cercanías del lugar en donde fue asesinado.

Antonieta Mariqueo, hermana de Pedro, señaló que “este acto de conmemoración de los 40 años del asesinato de Peyuco lo levantamos como familia y con amigos, organizaciones y compañeros, para que nuestros vecinos y vecinas no olviden y sepan que pasaron situaciones así, que sepan por qué fue que ocurrieron y no que no permitamos que vuelvan a ocurrir”. Agrega Antonieta que “coincide esta fecha con las emociones por la celebración del día de la madre y si bien ella ya no está con nosotros, sé que está muy orgullosa por la familia que dejó, muy crítica de este sistema y que donde esté mi hermano debe estar contento, porque están presentes amigos y amigas que lo conocieron y que como otras y otros jóvenes que murieron en dictadura, hay que recordarles para que nunca más se repitan estos eventos y que nosotros, los pobladores desde los territorios, tampoco lo permitiremos”.

A la actividad estuvo invitada la Corporación por la Paz Villa Grimaldi, quien representada por su administradora Carola Zuleta, se dirigió a los presentes manifestando “la profunda inquietud por el intento reiterado de reglamentar el “uso de la fuerza” por parte de entidades uniformadas, pero no para impedir abusos y atropellos como las mutilaciones oculares por perdigones o de las personas heridas por el impacto directo de los carros lanza aguas”, puntualizando que “se está pretendiendo legislar para hacer del uso excesivo de la fuerza una práctica legítima, que no se guiará por el principio de la proporcionalidad y en que los casos que estén implicados uniformados deban ser vistos por la Justicia Militar y no por la Justicia Civil”

Para  Carola Zuleta el asesinato de Pedro no fue un hecho casual, producto de un error del policía que gatilló el arma, sino que fue el resultado de una política de la dictadura de intentar sofocar la protesta social golpeando a los jóvenes, que fueron el sector más comprometido con la lucha por terminar con el régimen y que sumó la muerte de muchas vidas jóvenes”, enfatizando que al igual que el pasado dictatorial,“el actual escenario nos demanda que impulsemos la unidad de todas y todos quienes defienden y entienden que los derechos humanos son la base y piso mínimo para construir una sociedad democrática y justa y evitar abusos y muertes”.

Durante la jornada se presentaron diversos artistas y agrupaciones musicales, quienes con su arte recordaron a Pedro y acompañaron a su familia en este largo peregrinar de amor y memoria que, en plena población Lo Hermida, mantiene el recuerdo de un joven de 16 años sosteniendo una sonrisa.