Un mural con el rostro de María Isabel Joui Petersen y una placa con su nombre, instalados en el frontis del Liceo Polivalente ‘Mercedes Marín del Solar’ recuerdan a la ex estudiante  y también ex presidenta del centro de alumnas del establecimiento. Desde enero de 1975 su nombre engrosa la lista de víctimas de desaparición y tanto el mural como la placa manifiestan una exigencia tácita por políticas y acciones que permitan conocer el destino final de las y los detenidos desaparecidos y hacer justicia. Una demanda que se potenciará este próximo Día Internacional de las Víctimas de las Desapariciones Forzadas exigiendo al actual gobierno la reactivación de la política de búsqueda que ha paralizado.

“María Isabel estuvo secuestrada en un lugar muy cercano al liceo, un sitio que por su crueldad llamaron ‘Venda Sexy’ y luego en otro llamado Villa Grimaldi desde donde nunca más volvió -recuerda la académica María Eugenia Letelier, amiga de infancia-, y ahora forma parte de los más de mil chilenos y chilenas de los que aún no sabemos donde están, no sabemos qué pasó con ellos, se negó a los familiares su detención, se negó incluso su existencia, se dijo y se publicó que se habían matado entre ellos”.

El crimen de la desaparición forzada es considerado uno de los más devastadores para las familias y las comunidades, al impedirles asumir la pérdida y completar el duelo, ocultando la verdad y todo rastro que permita recuperar los restos. Esto se ha traducido, en el caso chileno que del total de detenidos desaparecidos apenas se han  encontrado 104, un magro resultado al que contribuyen no sólo los métodos usados para deshacerse de los cuerpos y los pactos de silencio entre los criminales, sino también el descompromiso del conjunto del Estado chileno con esta causa. 

A lo anterior se sumaría el proceder del actual gobierno, que la dirigenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, responsabiliza de haber paralizado las labores de búsqueda y de boicotear los avances en la materia. Esta visión es compartida por otras organizaciones de memoria y derechos humano que hacen notar la inoperancia del programa «Búsqueda y destino final de detenidos desaparecidos», lo cual hace dudar que en 2021 pueda presentar resultados sustantivos.

Esta parálisis en el trabajo de búsqueda motivó la preocupación del Comité Contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas y recomendó a Chile «intensificar sus esfuerzos para incoar las investigaciones o acelerar las que están en trámite”. La tarea no es fácil, los agentes del Estado se esmeraron por hacer desaparecer los cuerpos ya que tal era el objetivo. Sin embargo, el Día Internacional de las Víctimas de las Desapariciones Forzadas plantea la necesidad de presionar al Estado para reactivar la búsqueda y multiplicar las acciones de memoria, rescatando desde el olvido las historias de las y los detenidos desaparecidos, como la iniciativa de la comunidad del Liceo ‘Mercedes Marín del Solar’ y su homenaje a María Isabel Joui.