Colegio de la comuna de Doñihue visitó el Parque por la Paz Villa Grimaldi y sus alumnos realizaron una “performance” artística. Sus profesoras señalaron que su trabajo apunta a formar ciudadanos reflexivos y críticos.
Una visita guiada efectuaron Bárbara Azcárraga y Maya Olmedo, integrantes del equipo de educación de la Corporación, a un grupo de estudiantes de octavo año básico del Colegio Los Cipreses, ubicado en el sector Lo Miranda, comuna de Doñihue, sexta región.
La visita al Parque por la Paz permitió conocer el valioso trabajo que realiza el establecimiento, en particular el de las profesoras de Arte Bernardita Lantadilla y Loreto Vallejos de la asignatura de Historia, cuyos alumnos realizaron una “performance” y tres instalaciones artísticas.
“En la primera instalación tenían que aportar un objeto significativo al que le dieran un significado importante. Las niñas fabricaron flores y las enterraron en el pasto con mensajes, los hombres hicieron aviones de papel y los colgaron en los árboles y pusieron en el pasto. Eso se trabajó a partir de la declaración de los Derechos Humanos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa”, señaló Lantadilla.
Conectar los Derechos Humanos a su propia historia
“El sentido es generar una crítica y una reflexión en torno a los Derechos Humanos a partir de una experiencia histórica chilena, pero que también la puedan extrapolar a su presente, a su vida cotidiana y por eso es que hicieron un trabajo reflexivo, primero en la sala con respecto a los Derechos Humanos y, luego la idea era recorrer un lugar potente, con historia, del cual pudieran aprender y reflexionar en torno a la importancia de los Derechos Humanos y de cómo hoy tenemos que ser capaces de defenderlos en el mundo que nos toca vivir y ser capaces de generar ciudadanos críticos y reflexivos en el futuro. Esa es nuestra idea principal”, explicó Loreto Vallejos.
La performance más importante se realizó en torno a la Plaza de la Esperanza, que fue rodeada en círculo por los y las estudiantes portando cada uno de ellos carteles alusivos a los Derechos Humanos.
“También trajimos objetos significativos para ellos para hacer la conexión humana con este sitio donde desapareció mucha gente y hubo tanto dolor. La idea es cómo ellos son capaces también de reflexionar en torno a su propia historia para en el fondo criticar lo que está pasando. Nosotros vivimos en un entorno muy campestre, muy rural, los chiquillos no tienen acceso a las grandes ciudades, el mundo de ellos es muy reducido, por lo tanto todo este tipo de actividades les abre los ojos y los hace sentirse parte del mundo y eso es lo que queremos, que al salir de cuarto medio, se inserten en el mundo, pero también de una manera reflexiva y crítica”, puntualizó Vallejos.
