La inauguración de una placa que destaca el carácter de monumento histórico del lugar marcó el octavo encuentro de sobrevivientes del ex campo de concentración 3 y 4 Álamos. Pese a esta declaratoria, el lugar continúa albergando una cárcel para menores, administrada por el Servicio Nacional de Menores (SENAME), y los ex prisioneros políticos, agrupados en la Corporación 3 y 4 Álamos no pueden gestionar el espacio como sitio de memoria.

Raúl Brito, presidente de la organización de ex prisioneros, intervino en el acto recordando los doce años que llevan demandando que el Estado les entregue en comodato la propiedad del recinto, objetivo que no se ha logrado. El dirigente detalló la serie de actividades que efectúan durante el año para visibilizar el lugar, las que a su juicio deben redoblar e incrementarse para lograr disponer plenamente del sitio de memoria.

El ex prisionero demandó un mayor compromiso con la memoria y la recuperación de 3 y 4 Álamos de los partidos políticos y los parlamentarios, más aún cuando “la derecha está tratando de borrar la memoria de este país, y esto nos preocupa porque muchos de nosotros no vamos a estar y el recuerdo debe continuar para que nunca más en Chile y en América Latina arrasen con la democracia y avasallen al pueblo y siembren el odio”.

“Llevamos más de doce años tratando de lograr que se nos traspase en comodato este recinto. Llevamos más de doce años soñando con el museo de 3 y 4 Álamos donde mostrar artesanías y piezas de museo que representan la resistencia contra la dictadura de los presos y las presas. Llevamos más de doce años queriendo ver a las personas recorrer libremente los pabellones donde estuvimos confinados por pensar distinto. Nos altera pensar que quienes fueron gobernantes no hicieron nada por traspasarnos el sitio. No hicieron nada cuando tenían el poder político para concretar la entrega de los sitios de memoria a nuestras organizaciones. Esto es falta de voluntad política y temor a la derecha”, explicò Brito.

“Pero aquí estaremos en noveno encuentro el 2020 -culminó Raúl Brito- y que se escuche muy bien: la memoria histórica de este país no será olvidada. El pueblo de Chile no olvidará el genocidio y nuestros muertos seguirán luchando”.

Tras la intervención de Brito, la Corporación procedió a entregar su tradicional Medalla al Honor en la lucha por la defensa de los Derechos Humanos, reconocimiento que esta vez recayó en Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, en el sacerdote católico Mariano Puga y en la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI). El acto culminó con todos los ex prisioneros y ex prisioneras presentes entonando el Candombe para José, canción que cantada a coro por prisioneras mujeres y hombres permitía darse aliento y traspasarse información.