Informe del Área Museo,
Parque por la Paz Villa Grimaldi

El 11 de septiembre de 2019, se realizó la reapertura de la Torre de Villa Grimaldi. Este inmueble, reconstruido originalmente el año 2000, fue restaurado a partir de nuevos antecedentes acerca de su estructura, conseguidos a partir de fotografías y testimonios de ex detenidos. La Torre fue uno de los principales hitos represivos del ex centro de detención, tortura y exterminio que existió en Villa Grimaldi durante la dictadura cívico-militar. De acuerdo al relato de sobrevivientes y a información proporcionada por diversas investigaciones, la mayoría de los detenidos desaparecidos de Villa Grimaldi fueron vistos con vida por última vez en la Torre. Actualmente, este lugar es parte de los recorridos pedagógicos que se realizan en el sitio, siendo un espacio que permite el abordaje del crimen de desaparición forzada.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Paraíso Villa Grimaldi

Entre 1964 y 1973, Villa Grimaldi funcionó como un restaurante y centro de eventos. El dueño del lugar, Emilio Vassallo, lo llamó “Paraíso Villa Grimaldi”, en referencia a su aspecto de villa italiana, con cuidados jardines, fuentes de agua y esculturas.

Durante aquellos años, la Torre fue utilizada, principalmente, como depósito de agua para el riego de los jardines del predio. Las fotografías, tanto de la familia Vassallo como de la difusión del restaurante, son la única evidencia gráfica de las características estructurales de este hito.

Cuartel Terranova

Poco tiempo después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) se apropió ilegítimamente del Paraíso Villa Grimaldi, transformándolo en el “Cuartel Terranova”, uno de los principales centros de secuestro, tortura y exterminio de la dictadura cívico-militar. Durante los cuatro años en que el sitio permaneció en poder de la DINA (1974-1978), la Torre fue utilizada como recinto secreto de torturas y celdas.

“Esa gente de la torre era más oculta y era más maltratada que nosotros por algo. Nosotros veíamos personas; yo una vez en el baño vi que venían personas de atrás caminando, pero yo creí que era alguien que habían sacado a pasear por ahí, no me imaginé nunca que existía otro lugar”. (Testimonio de sobreviviente de Villa Grimaldi. Archivo Oral del Parque por la Paz Villa Grimaldi).

Las Prisioneras y los prisioneros debían ingresar encogidos, ya que la puerta era de tipo “guillotina”, permaneciendo atados y con la vista vendada. Debido a las características de su acceso y al limitado espacio en su interior, estas celdas fueron conocidas como “conejeras”. El último piso era utilizado como punto de vigilancia, desde donde los agentes podían observar todo el lugar.

“Y luego, en esta tarde-noche, me llevan a la torre. Y es la otra imagen así, más brutal de las que yo recuerdo: llegar a la torre, vendado, por supuesto. Yo (…) iba semi-vestido, porque había estado en sesiones de la parrilla y ahí, semi-vendado, encadenado, veo cuerpos, cuerpos de gente que, por supuesto, estaba en pésimas condiciones, sometida a torturas. Pero había gente que estaba colgada, gente que estaba encadenada, gente que estaba botada en el suelo (…)”. (Testimonio de sobreviviente de la Torre. Archivo Oral del Parque por la Paz Villa Grimaldi).

“(…) en la torre había, en el primer piso, una dependencia solamente de tortura y en los pisos superiores, habían prisioneros encadenados. A mí me llevaron ahí. Empezaron los interrogatorios inmediatamente, en el primer piso de la torre. Eso duró, yo no sé, horas, días, no tengo idea. Me desmayé un par de veces”. (Testimonio de sobreviviente de la Torre. Archivo Oral del Parque por la Paz Villa Grimaldi).

“El lugar abajo de la torre, que era el más amplio donde se utilizaba para interrogatorio, y el mío, en el segundo piso, era completamente exiguo (…) cabíamos dos o tres personas, las cuales, estábamos encadenados por los pies, unos con otros”. (Testimonio de sobreviviente de la Torre. Archivo Oral del Parque por la Paz Villa Grimaldi).

A diferencias de las otras prisiones que existían en el Cuartel Terranova, la Torre no fue sólo un espacio de aislamiento y torturas físicas y psicológicas. Debido a que la mayoría de los detenidos que estuvieron recluidos en la Torre fueron hechos desaparecer, el testimonio de los escasos sobrevivientes ha resultado clave para la reconstrucción material e histórica de este espacio represivo.

“Yo recuerdo como lo más impactante, no la tortura misma, sino los momentos que preceden a la tortura. Cuando tu sentías (yo estuve siempre en la Torre), cuando tu sentías los pasos que se acercaban a la Torre, como estábamos en un silencio absoluto se sentían los pasos, incluso cuando ya tenían una cercanía de cuatro a cinco metros a la Torre, ya se sentía los pasos. Y entonces, empieza la preguntar interior «¿a quién de nosotros vienen a buscar?», «nos van a llevar nuevamente a la tortura»”. (Testimonio de sobreviviente de la Torre. Archivo Oral del Parque por la Paz Villa Grimaldi).

DEMOLICIÓN Y RECONSTRUCCIÓN DE LA TORRE

A fines de la década de 1980, en el marco del desmantelamiento de Villa Grimaldi como parte de la estrategia de ocultamiento de la dictadura de los crímenes cometidos en el lugar, la Torre fue destruida. Luego de la recuperación del recinto y su apertura como Parque por la Paz Villa Grimaldi el 22 de marzo de 1997, en los cimientos de la ausente Torre se situó el cierre simbólico del “camino de la muerte”, uno de los ejes constitutivos del sitio que representa el tránsito y la posterior desaparición de muchos de las y los detenidos.
(Incluir foto del lugar en que estaba la Torre).

En el año 2000, la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi decidió que este hito debía ser reconstruido, con el objetivo de permitir un acercamiento de los visitantes a la experiencia represiva que se experimentó en el lugar. En palabras de Miguel Montecinos, sobreviviente de la Torre y arquitecto, la reconstrucción de este inmueble fue un proceso complejo:

“Al poco andar, nos dimos cuenta que el mejor monumento y homenaje para la gente que había desaparecido era rehacer la Torre. Esa era la primera intención. Y comenzamos a trabajar en recopilar antecedentes de cómo era la Torre. Y como era un lugar algo desconocido para la gente que había pasado por acá, fue difícil rehacerla. Cuando digo la gente que pasó por acá, me refiero a la gente que pasó por Villa Grimaldi. Porque sobrevivientes que habían pasado por la Torre quedaban pocos (…). Y como digo, la gente que había estado en Villa Grimaldi, andaban vendados, eran trasladado de un lugar a otro vendados, por lo tanto, es gente que no se acuerda de la Torre. Al poco andar, nos dimos cuenta que era necesario hacer un trabajo más riguroso. Y, en eso, yo recuerdo a Pedro Matta, que fue muy importante, en la medida que él junta a un grupo de personas que había pasado por la Villa Grimaldi e implementa un sistema bastante, llamémosle, científico para poder llegar a sacar conclusiones. Y yo aporté bastante en ese proyecto, porque yo pasé por la Torre también y por mi profesión de arquitecto (…). Entonces, eso me permitió también ir dando cuenta de a poco de cómo estaba y cómo era la Torre en ese momento. Y bueno, empezamos a buscar fotos, testimonios; hasta que llegamos a lo que fue la Torre anterior”. (Miguel Montecinos, entrevista otorgada al Área Museo en el marco del desarrollo del proyecto 2019).

Actualmente, la reconstruida Torre contiene, una serie de dibujos elaborados por Miguel Montecinos, sobreviviente de este lugar, en los que se observan algunas de las principales características de las celdas y espacios de tortura. Además, se encuentra un soporte gráfico que muestra la estructura organizacional de la DINA.

Hoy, la Torre es parte de los recorridos pedagógicos que se realizan en el Parque por la Paz Villa Grimaldi. En este lugar, estudiantes y visitantes de diferentes procedencias y edades pueden conocer la experiencia represiva que se experimentó en la Torre, accediendo, a través del testimonio de las y los sobrevivientes, a la memoria de las violaciones a los derechos humanos cometidas en nuestro país, especialmente, al impacto que, aún en el presente, posee el crimen de desaparición forzada de personas.

TRABAJOS Y REAPERTURA 2019

En 2019, a través de un proyecto presentado a la Subsecretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, se realizaron trabajos de rescate y recuperación de la Torre. Con ellos se buscó resolver el deterioro de parte importante de los materiales constructivos. El objetivo no fue solo estético, sino que también se buscó aumentar la fidelidad a la construcción original, realizando mejoras exteriores fundamentadas en testimonios de sobrevivientes y en nuevas imágenes que fueron accesibles con posterioridad a la primera reconstrucción de la Torre. Miguel Montecinos, quien fue el arquitecto a cargo de estas labores, describe el sentido de este proceso:

“Desde que se construyó hasta la fecha han aparecido más antecedentes (y, seguramente, van a seguir apareciendo más antecedentes). (…) Y esos elementos se han ido agregando. (…) y también aportes testimoniales, ya que cuando algunas personas han hecho testimonios y recuerdan el lugar de la torre donde estuvieron, nosotros lo hemos ido confirmando en la medida en que han ido apareciendo nuevas fotos”. (Miguel Montecinos, entrevista otorgada al Área Museo en el marco del desarrollo del proyecto 2019).

Algunas de las modificaciones fueron el reemplazo de las maderas deterioradas por otras nuevas impregnadas para prevenir futuras infecciones por hongos o insectos. Además, se rediseñó la techumbre para mejorar la captación de aguas lluvia, así como el último piso, para mejorar la fidelidad estética según las fotos encontradas con posterioridad a la primera reconstrucción.

Los maestros constructores, José Osses Durán y Mauricio Allende Araya, quienes trabajaron en la reconstrucción, se manifestaron satisfechos con la calidad y reconfortados por la experiencia del trabajo realizado.

“La idea es mantener el patrimonio para recordar la historia pasada, mantener esta Torre para que todo el mundo venga a conocer dónde sucedió lo que sucedió. La idea es mantenerla en buen estado y mantenerla viva para siembre para siempre para que mantenga la historia en el tiempo.” (José Osses Durán, maestro encargado de la reconstrucción 2019).

Gracias a estos trabajos, actualmente los visitantes pueden acceder de manera independiente hasta el segundo piso, con lo que se espera que la comprensión del uso represivo del lugar será más accesible e integral.

“He visto niños que han venido acá y ponen atención y preguntan y están interesados en lo que realmente pasó. Eso va sentando un precedente, porque así ellos van a saber qué es lo que pasó y no les podrán contar la historia, que he escuchado muchas veces, de que es mentira. No, la realidad está aquí y es innegable. Lo que se hace acá es buenísimo; que los jóvenes aprendan de la historia y sepan lo que es bueno y lo que es malo. (Mauricio Allende Araya, maestro encargado de la reconstrucción 019)

PROYECCIÓN

La reapertura pública de la Torre, realizada en el marco de las conmemoraciones del 11 de septiembre de 2019, representa una contribución al rescate y puesta en valor de la memoria de las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile por la dictadura cívico-militar. Para la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, la reconstrucción de este inmueble implica un aporte no sólo en términos históricos respecto de la comprensión de la represión experimentada en el ex Cuartel Terranova, sino que, de sobremanera, simboliza un avance en la materialización de mejoras en un elemento que se ha posicionado como un soporte de memorias con sentido educativo.

El valor patrimonial del sitio de memoria Parque por la Paz Villa Grimaldi se expresa en la capacidad de contener y transmitir la memoria del pasado reciente del país, articulando acciones clave como la conmemoración, la educación y las garantías de preservación del sitio y sus vestigios. En ese sentido, la reapertura de la Torre comprende una oportunidad de proyección de la memoria, posibilitando mejores condiciones de conservación que permitan asegurar el buen estado del inmueble e incorporando nuevos antecedentes sobre sus características materiales.